Un argumento humano

El intento expulsa una onda que explota en sus caras.
Los amantes giran
y acomodan sus órganos
en posiciones conceptudinales,
razonada la piel
se entregan
se chocan
se sudan corriendo
como un mar;
y sus ojos se tuercen
y se mudan a sus sombras.
Porque ese contacto
es efímero. Consultivo.
No tiene un hoyo que lo preserve.
El Amor es un hoyo
que siempre guarda y se le mira.
Se vigila. Se refleja. Espejo de aire.
Su peso sujeta al alma.
Y en el choque, la piel quiere pelear,
quiere al alma escondida
tajerarla con un beso muy intenso
pero será efímero
anecdótico,
porque son amantes entregados
a un universo no bendecido
no delimitado.
En su búsqueda, todo es fluido
y aire que se desprenden de los sexos
gritos que forjan cadenas
y forman cenizas
y las sábanas siempre serán
amarillas
pero no celestes
Y así se desean, chocándose
Friccionándose
sin hacer calor
Ni girasoles amarillos...