Un beso en la barra de un bar.

Pienso que beso tu boca
de agua bendita
y olvido la mierda,
por un momento,
de toda mi vida.
Sin embargo…
Sin embargo…
Creo que como
tu lengua divina
y se me pierde
de los ojos
mi puta rutina.
Sin embargo…
Sin embargo…
Imagino que muerdo
tus labios carnosos
y se me endurece la alegría
y mis dedos, golosos,
juegan a que palpan
tu húmeda dicha.
Sin embargo…
Sin embargo no eres tú,
es otra,
con la que pienso que beso tu boca,
con la que creo que como tu lengua,
con la que, imagino, muerdo tus labios.
Y la separo.
Para quedarme a solas,
nuevamente,
junto a mi tequila reposado.
Maldiciendo, caprichoso,
a todos los dioses,
por tu ausencia,
y a todos los hados,
por mi cipote,
que desprecia,
sin dudarlo,
sin ni siquiera pensarlo,
un agujero,
tan húmedo y tierno,
al estar, hasta él,
tan contagiado
de tu recuerdo.

 

Interesante escrito.
Saludos y buen viernes.

 

Espléndida obra maravillosa de calidad magnífica.

 

Intensamente apasionado el instante inspirado de tus versos querido amigo...
Bello leerte...te abrazo con todo mi cariño...