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Un beso en la frente ...

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por ANTHUA62, 12 de Noviembre de 2019. Respuestas: 0 | Visitas: 219

  1. ANTHUA62

    ANTHUA62 El amor: agua de vida y esperanza...

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    ... Cuando vivía mi abuelo, Don Alberto Guzmán Rivas, todos al saludarle, chicos y grandes, sus hijos y nietos le besábamos la mano. Llegaba uno de visita, y le besaba la mano, otro y así. Él era un hombre de 80, alto y hermoso de tez clara, barba cerrada que le azuleaba, ojos cafés y cuerpo macizo: gente muy sana, de campo. Sus padres fueron hacendados españoles y en él se observaba a claras, cuando te miraba, su firmeza de carácter con su igual firme voz. Caminaba derechito con paso seguro y casi marcial, quizas debido a que conservaba ese orgullo de antiguo soldado de la Revolución.

    Combatió en aquella época convulsa cuando el Pueblo se levantó en armas para que de una vez y por todas terminara la Dictadura del general Porfirio Díaz, que duró desde 1876 hasta 1911. Después, continuó, lamentablemente, luchando contra el Dictador Victoriano Huerta, hombre nefasto y cruel que ejecutó al "Martir de la Patria", el Presidente legítimo Don Francisco Ignacio Madero. Tiempo más tarde por fin se pudo derrocar a Huerta después de haber gobernado tan sólo un año: de 1913 a 1914.

    Mi abuelo tuvo el honor y conoció de mano al Generalísimo Don Emiliano Zapata Salazar, el "Caudillo del Sur" y le encantaba a mi viejo, iluminando sus ojos llorosos, repetir con orgullo las frases que utilizó aquél Prócer de la Patria: "Mejor vivir de pie, que toda una vida arrodillado" ... "El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando le pisen" ... "Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres" ... "Perdono al que roba y al que mata, pero al que traiciona, nunca." Y pa luego sacaba la pistola, ¡porque a sus ochenta todavía traia su vieja escuadra calibre 45 bien aceitadita y útil como la que mejor! ... Nadamás que mi abuelita ya lo tenía "apalabrado" para que no la usara otra vez dentro de la casa y arruinara el techo, porque Doña Caritina Castro Galindo, también tenía su carácter y mi abuelo sí que la respetaba.

    Ese hombre que dios sabe cuántas vidas cobró en la Guerra, de enormes manos secas como las más secas hojas de otoño ¡era el abuelo más tierno y amoroso con todos sus nietos, pero gracias a dios, un poquito más conmigo. Cuando muy chiquillo decía mi abuelita que yo le seguía todos lados de la casa "como venadito", lo recordaba sonriendo mirándome con toda su ternura.
    Yo amé a mi abuelito tanto como lo sigo amando ahora, y seguirá siendo siempre mi orgullo. ..."Abuelito, ¡tú fuiste alguna vez al África, verdad!" Mjú. Él asentía divertido al chiquitín que yo era y que apenas había aprendido a hablar mirándole sentado en su rodilla cuando juntos contemplábamos las tardes y le acariciaba su barba renueva apenas rasurada el día anterior, "¿y matáste muchos leones abuelito?" Mjú. ¿Y los matabas con tu pistola abuelito? "No mijo, yo no gastaba balas a lo tonto, ¡los mataba a puras cachetadas!" Contestaba."¡Pobrecitos abuelito, pobrecitos!" Le decía yo con absoluta convicción. Y se me quedaba mirando entre serio y divertido cuando los compadecía cargando con mucho esfuerzo una de sus inmensas manos. Luego, enternecido, me besaba en la frente y con ellas me acariciaba suave y delicadamente la testa mientras yo miraba buscando en los hermosos colores de la tarde que ya moría, ese "algo" que mi abuelo miraba abstraido en sus muchos recuerdos.

    Mi abuelo sufrió el terrible golpe de una embolia cerebral un 24 de Diciembre a sus 92 cuando toda la familia, su numerosa familia, hijos, nietos, yernos, nueras, todos, estábamos plenos de algarabía como todos los años de siempre, disfrutando de las deliciosas viandas que gustosas preparaban todas las mujeres, chicas y grandes junto con mi pequeña abuelita; digo pequeña, porque mi viejita apenas media uno cincuenta, encorbadita y de ojos vivaces y bellos, indígena pura de un pueblito de allá de Cuahutla, Morelos. Ella fue la primera en darse cuenta. "Viejo, ¡viejito! ¿qué tienes? El terrible golpe de la embolia lo había dejado con una expresión desesperada del querer decir algo que no podía mirándonos como queriéndonos reconocer totalmente extraviado.

    Mi abuelito murió finalmente, después de una larga agonía el 31 de diciembre inmediato. Su última batalla la había afrontado con enconado deseo de vivir durante siete largos y aguerridos días peleando con todas las fortalezas de que era capaz. Una quinta bala finalmente lo alcanzó en su cabeza quitándole la vida, las otras cuatro de sus batallas y que atravesaron, su pecho, una pierna, su costado y su hombro, no pudieron vencerlo hasta que vino ésta que me lo robó.

    Me tocó junto a mi hermano menor, ya siendo adultos, recibir el cuerpo de mi viejo allá en el anfiteatro del hospital del Seguro Social. Ese ámbito gélido y estremecedor de silencio lúgubre, se quedó reducido a un sentimiento de inconmensurable tristeza cuando ayudamos mi hermano y yo al asistente a depositar el cuerpo enorme de mi abuelo en el féretro que le serviría de cobija para cubrir su frío runbo a su última morada. Y lloré sin poder evitarlo al mirar su rostro muy cerca y besarlo. Esa tibieza de su aliento y de su voz, esos ojos luminosos de amor y de ternura, y todo lo precioso que era él, estaba en mi llanto y caía a gotas hacia su mortaja humedeciendo su rostro. Mi viejo se fue desnudo envuelto en una sábana inmaculadamente blanca.

    ... Cuando terminaron los rezos y llegó el momento del adiós definitivo. Antes de cerrar su féretro todos pasamos a despedirnos. Entónces, yo volví a besarle su frente ahora gélida y helada como un témpano, ¡tratando de dejarle toda la tibieza de mi corazón con la esperanza de que no se llevara tanto frío!

    ... Siempre recordaré a mi viejo, a mi abuelo, a mi héroe, a mi Padre Grande, ¡a mi tata querido!

    " Beso su mano abuelito ... ¡anda, que Dios y la Virgen te bendigan hijo!"

    Anthua62
    México 12-11-19
     
    #1
    Última modificación: 12 de Noviembre de 2019

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