Un beso en luna llena

I

En el umbral de la puerta ella

recibe la luz de la luna

y una estrella como ninguna

brilla para hacerla más bella.

II

Sonrisa de ángel, tez morena

pétalo de rosa que se abre

gimiendo sola por la tarde

ansía un beso en luna llena.

III

Él la mira en la oscuridad

sus miradas están tan cerca

y en el cielo una estrella terca

les ofrece la inmensidad.

IV

Una nube gris, presurosa

cubre con su manto a la luna

como si escondieran alguna

delicada piedra preciosa.

V

Nocturna mariposa loca

que esa noche de primavera

el primer beso recibiera

la niña en su párvula boca

VI

Y por aquel beso furtivo

que disimulado él le diera

la niña quizás no supiera

que el corazón quedó cautivo.

VII

Y fue aquel beso que a escondidas

de noche en la puerta se dieran

y aunque los dos no lo quisieran

realmente una despedida.

VIII

Pasó mucho tiempo en su vida

llegó el amor con otro nombre

ella ahora, en brazos de otro hombre

el primer beso aún no olvida.

​

 

Qué delicia de poema, muy sobrio y encantador, no todos los días se palpa un beso, grato leerte de nuevo

 

Bella manera de contarlo pues es verdad que dicen que el primer beso jamás se olvida, cosa que no es cierta porque yo no me acuerdo del mío, siempre hay excepciones supongo. Un abrazo amigo Minoldo. Paco.

 

Gracias Marianne!

Hay besos todos los d'ias, pero hay algunos que se vuelven poes'ia.
Un abrazo.

 

Gracias Paco!

Es cierto que olvidamos en las carreras de todos los d'ias, pero yo considero que recuerdos somos, pues de cuando en cuando regresamos a ellos.

Hay besos de besos, pero hay algunos besos que se vuelven poes'ia.

Sabemos que son comunes y a veces hablamos de ellos, pero la diferencia est'a en la forma en que de ellos hablamos.

Una abrazo Paco.