Un buen reciclaje...

Rota, como el pantalón que me autoregale , como el botón partido de aquella rebeca,
Como la cremallera de aquella chaqueta que nunca abrigó mis inviernos…
¿Dónde hay una costurera o alguien que cosa mis heridas?

Desgastada y desteñida, parezco la camiseta azul que aquel verano me prestaste,
Me lavas y me centrifugas sino me olvidas en la cesta de lavado…
Y después de cada enjuague estoy lista para volver a ensuciarme con tus juegos…

De usar y tirar como los clínex que te vendieron en aquel semáforo,
Como la cámara de fotos que venden en supermercado…
Que sacas el jugo de aquellos ratos y tiras a la basura mirando a otro lado…

Sigo mi rumbo como aquellas botellas que llevabas a reciclar,
Y que alguna vez utilizaste para apagar tus colillas…
Para calmar tú sed…

 

Marta, gran tristeza se siente al leer tus letras y por la analogía que haces de cosas cotidianas; se intuye que constantemente la tristeza es una asidua compañera, mándala de viaje con sólo un boleto de ida y olvídate de élla. Un gusto leerte.

 

Bello, hermoso, bellos versos preciosos muy bonitos.