Un día de estos.

La sociedad entre turbia suciedad,
lavándose con lágrimas de pueblo,
impuestos a grupos delincuencia,
y otra parte a cómplice gobierno.

Estamos casi todos enfermos,
abuso y demasiada presión,
comer mal dormir menos,
ulcera desvelo desnutrición.

Dinero manchado deja rastro,
por miedo costumbre vicio,
hay nuevo rico en el barrio,
y decir nombre es suicidio.

Nuestra sociedad inmersa,
promesa falsa campaña,
el visto bueno de iglesia,
se supone salvaría tu alma.

Si donde dices la plegaria,
fue diezmo de manos rojas,
son monedas que no se lavan,
el mensaje de amor nunca moja.

La familia honesta miro su cosecha,
después de tantos años dura labor,
pero ya no le salen las cuentas,
servicios y sistema corrupto.

Y él dijo déjenme en paz,
no seremos intimidados,
todos sangramos igual,
luto y mensaje mutilado.

Piensa mejor que sigue luego de esto,
al que bien elige no deja cicatrices,
lujos y ambición agradan al cuerpo,
condena te espera ningún dinero evite.

Uno de estos días será quizás,
tanta violencia se habría ido,
volver a salir y poder respirar,
cada quien tendrá lo merecido.

Un día de estos al despertar,
ya no sea vocación el asesino,
podremos vernos sin máscaras,
el peor virus habrá desaparecido…