Un día de marzo

Nunca, nunca olvidaré aquel día
en que el cielo decidió sorprendernos.
Era marzo y la nieve caía
volviendo blancos tejados y suelos

La gente grita "¡Está nevando!" y yo
"¡Hay ángeles que vuelan por el cielo!"
Hay ángeles, aunque no los veamos,
pues trozos de sus alas van cayendo.

Gente que anda rápido por la calle,
la madre coge al hijo,
con el rostro y la mirada grave
"¡Ponte la capucha, niño!"

Yo descapuchada voy, y ando lento.
Chispas de magia caen sobre mi piel
y se deshacen, se deshacen lento,
como lo hace en el paladar la miel.

Manta, sofá y chocolate caliente.
Es lo que en las películas veía
y aún por hacer tenía pendiente.
Capricho, sueño, ilusión cumplida.

Luego, en el cristal pongo las manos.
Yo, niña de pupilas perdidas
en un eterno paraíso blanco.
¡Que nadie, nadie cierre las cortinas!

Nunca, jamás olvidaré aquel día
en que los ángeles nos visitaron.
Nunca, jamás olvidaré aquel día
en que por una vez, volví a ser niña.

 

Interesante poema. Me gustó poeta. Fue un placer para mi el pasar por tus letras.

Un saludo.

 

GRACIAS!:::blush:::