Un día de otoño te hare una fiesta

Un día de otoño te haré una fiesta,
la mejor fiesta que podrías imaginar.
Te llevaré ese parque que disfrutabas tanto,
con sus espejos de agua,
con sus árboles sombríos.

Envuelta en seda te llevaré la laguna
llena de peces de colores,
el barco tipo galera donde
nos dimos tantos besos.

Para que comas algo rico;
te llevaré todo ese restaurant
que tantas veces disfrutamos,
aquel de los ceviches, los camarones,
los mariscos que disfrutabas tanto.
Pondré mucha dulzura a tu mesa
y la adornaré con los besos que
ayer nos unieron.

Te verás tomada de mi mano,
me veras tomada de la tuya.
Juntos apretados bailaremos en tu fiesta.
Será lindo tenerte abrazada a mi
bailando una balada.

Un día de estos te llevaré
una fiesta a la puerta de tu casa.
Estarán las estrellas que nos acompañaron,
las calles, las avenidas, los faroles,
los paisajes que solíamos recorrer juntos,
todo lo que viví a tu lado estará en tu fiesta.

Será la mejor fiesta, daré lo mejor de mí,
para que me recuerdes,
para que no me olvides nunca,
para que disfrutes en tu hermosa fiesta.

 

Dicen que las fiestas otoñales suelen ser destempladas pero ésta parece que va a tener su atractivo.

 

Buen plan para un poeta enamorado y bella manera de contarlo en tu sensible y hermoso poema amigo Roberto. Abrazote vuela. Paco.