Un día en la vida

Ella despierta todas las mañanas
pensando que algo cambiará,
son segundos, sólo eso
hasta que la cruda verdad
vuelve a su lugar...

Siempre la misma rutina:
despertador y vestirse
café negro y salir
a esperar el colectivo
que la lleve a su destino:
una oscura oficina
sin ventanas y sin vida.

Cuando llega a su trabajo
un jefe malhumorado
y un compañero mal pago
la reciben sin saludo.
Así pasan las horas, doce en total,
y cuando es hora de salir,
ya no hay sol, para aliviar el dolor
de esas horas de hastío.

Todo sea por la plata y la cruel supervivencia.

Y así llega a su casa,
ya es muy tarde para todo
y el cansancio es tan grande
que comer, un baño y a dormir
son las únicas garantías
de poder así seguir.

Todo sea por la plata y la cruel supervivencia.

Y a la mañana siguiente
todo transcurre igual.
Sigue soñando despierta
que algo va a cambiar
y si no fuera por eso
ella ya no estaría acá...

 

cotidianazo poema