Un final anunciado

Tan ciego eres capitalismo,
¿de verdad no viste los signos?
por gusto caemos al abismo,
pues nos llevan avisando siglos.

Cerca del final de una era,
llena de temor e ignorancia,
el sol muere ahogado sin fuerzas,
débil como un niño en lactancia,
no es por morir, es que nos matamos,
regurgito repugnancia pues
el final estaba anunciado.

Dispara a ese ave que pasa,
desgraciado con tu escopeta,
no es lucha a justicia sujeta,
que una bandada ataque tu casa.
Rebelión social, rebelión natural,
por inyectar en la tierra el mal,
por una prevención escasa.

Se ralentizará todo el tiempo,
como en un reloj maltratado,
cuando sea escaso el sustento,
llegará el final anunciado.

 

Y parece que el fin pronosticado se acerca ya. Bueno, se me ocurre pensar que con algunas modificaciones a la idea original: no es el capital, que cada día es mas poderoso, imbatible, invencible. El final que se aprecia es de la dignidad y la libertad humana, sometida a ese poder que es dueño de todo. Era previsible, no es posible que unos cuantos ejecuten la tarea que compete a todos. El hombre nunca ha sido capaz de defenderse, apocado, tímido, temeroso, sumiso, lleno de ideas que le alejan de su única realidad y lo remontan a algo peor que la utopía, se deja degollar a gusto, y ser manjar o bestia de establo. Es la naturaleza del género. Aquellos pocos que levantan la voz son apenas el vestigio borroso de la dignidad humana, los pocos que dejan el tabú y se vuelven hombres.

Te deseo más lecturas en esta vuelta.