Un gorrión

Es tan duro un adiós de despedida,
tanto, que vago inane y confundido
pues no distingo el no, de lo que ha sido
aunque ya di la gloria por perdida.

Hoy hallo en lo tranquilo mi medida
buscando en mis adentros, sin un ruido,
sin grandes alharacas y rendido
ante un simple gorrión que me da vida.

Al verlo en derredor revolotea
desconfía, se aleja, se va y viene,
que no come, que come, que tontea

Y en ese menester que me entretiene
con sencillez su libertad airea
y consigue que mi alma se serene.

 

Gracias Alde por tu paso. Es la realidad de la vida. Saludos .Bernardo de Valbuena

 

Solo hay que darse una vuelta por un parque y mirar con ojos de cariño. Así de sencillo. Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

Precioso Bernardo. Cuando se lee parece simple pero lejos.. Es un gran juego malabar con las letras. Un abrazo con la pluma del alma

 

Efectivamente es que es simple y no por ser transcendental es más intenso. La vida en el fondo, fondo, es simple lo que pasa es que la queremos hacer importante. Es el ego, simplemente. Un saludo. Bernardo de Valbuena

 

Versos muy buenos, Bernardo. Un gusto leerte.
Abrazo.

 

Gracias Ángel, solo trato de poner en verso lo que observo, y a veces no es muy halagüeño, pero así es la realidad. Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

No,no, afortunadamente no.Fue una simple observación de la gente mayor en un parque, gente que por supuesto está de despedida y que nos llegará a nosotros, pero no es nada personal, y como te digo afortunadamente. No sé si me escribiría un epitafio en una situación así, creo que no estaría para mucho verso.
Gracias por tu paso y tu comentario
Saludos. Bernardo de Valbuena

 

Encontrar en lo cotidiano algo así para compartir, es grandioso. Muy bello soneto.
Grato pasar a leerte y dejar mi humilde huella, saludos cordiales.
Alfredo

 

Gracias Alfredo por tu paso y tu comentario. Me agrada que una cosa sencilla llegue a mis compañeros de Mundo Poesía. Saludos Bernardo de Valbuena

 

Qué versos de ternura infinita y con este terceto tan especial:

Al verlo en derredor revolotea
desconfía, se aleja, se va y viene,
que no come, que come, que tontea

​

Un gusto leerte, Bernardo, lo he disfrutado mucho. Un saludo cordial,
Eva

​

 

Con un comentario como el tuyo, a veces se explica la bondad de pertenecer a este foro. Muchas gracias y no sabes lo que me agrada que hayas disfrutado con este sencillo soneto. Por cierto, coincido contigo, , para mí este terceto es lo mejor del poema.Un saludo. Bernardo de Valbuena

 

Mas que el momento del adiós, que no sé si sería este caso porque ya he dicho que venía de una observación ajena, es más el momento de soledad de los años finales de vida donde ya casi nada importa, y un simple pajarito te puede alegrar unos momentos y darte la paz que necesitas para enfrentarte con la realidad. Gracias Isabel por tu amable comentario. Saludos. Bernardo de Valbuena

 

Bendito gorrión que te distrae de tu aflicción y te inspira este hermoso soneto que te quedó regio. Un gran gusto leerte.

 

Gracias Luciana, así fue y así lo he contado , como yo entendí de tierna la situación. Ahora, ya tengo un aliado para mis horas bajas…cuándo lleguen, jajaja. Saludos. Bernardo de Valbuena

 

Un soneto de enorme sensibilidad y ternura. A veces lo pequeño, lo que parece insignificante es lo más sublime.
Abrazos
Miguel

 

Gracias Miguel por tu siempre amable comentario. Coincido contigo con que a veces no hay que tirar muy alto para alcanzar una buena pieza. O como decir que Dios está hasta en los sitios más humildes. Un abrazo. Bernardo de Valbuena.

 

Hoy hallas en las cosas sencillas la paz y el sosiego que tu alma de poeta necesita mi querido Bernardo. Precioso soneto que acaricia con lirismo las fibras más sensibles del alma. Un placer leerlo querido amigo....muáááckssssss besos llenos de admiración y de cariño.

 

Efectivamente , eso es lo que observé en el rostro de esa persona mayor, paz y sosiego… y el gorrión de maestro de ceremonias.
Gracias por tu comentario. Un abrazo. Bernardo de Valbuena.