Un hombre caracol

No sé en qué momento perdí el camino,
no sé qué heridas tendría,
qué silencio de dedos sin entrelazar
distrajo mi mirada,
qué negro miedo torcería mi pie,
qué multitud me empujó.


Caracol, asomo mis antenas
desde una pesada concha
de soledad orgánica.


Acaso el camino de mi rastro
era camino antes ya,
y fui espectador de hitos,
señales, indicadores con el nombre
de ciudades inexploradas
a los costados de mi tránsito.


Caracol, qué vértigo los otros,
flechas siseando en el aire que respiro,
truenos que el eco repite tras un fulgor extinto.


No sé en qué momento torcí el camino,
no sé qué dioses hubieran tenido que morir,
qué nudos en la cuerda de la historia se apretaron.


Caracol, quise seguir la espiral
que me sustenta y me recorre
desde su centro hacia el infinito,
y el infinito me atrajo a mi propio centro,
a una casa que me contiene,
a la torpeza de la espera de sol tras la lluvia.



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Intenso poema en el que una metáfora orgánica (el caracol) hace las veces de metáfora geométrica (la espiral, la nebulosa). Todas esas paradojas de la velocidad, los pies,l as prisas, el camino, le dan un empaque surrealista que también contrasta con el naturalismo de la imagen. Creo que es un poema muy conseguido, sustentado en un hallazgo muy potente. Felicidades.

 

Versos de nostalgia y deseos ocultos, quizas de un miedo infundado, muy bien expuesto con una metafora exacta, un caracol que puede perderse en la inmensidad del mar, o esconderse en la extensa playa - mis felicitaciones y estrellas. Paloma2

 

Te mando Estrellas, me ha encantado
un beso
Rosario

 

Gracias a todos.