Un hombre

Un hombre duerme furiosamente.
Sueña con sus ancestros que jamás reían,
con esmeraldas nubladas y con Chopin.
Presiente inevitable la ira,
objetivo cíclico de la implacable rutina.
No sabe si el amor o el desamor
es lo que lo lleva a la demencia,
si que aborrece las bocas que no callan
y la hipocresía de un dios que no es feliz.
Cree haber dado todo, dio su amor,
su locura de ébano incomprensible
a la memoria de lo delicado
lo hace un gentilhombre.
Ya lo corroerá el tiempo,
ya lo llevará la muerte,
la historia lo pasará por alto.

 

un hombre que da todo debe sentirse honrado de darlo, bienvenido, grato leerle

 

Gracias por responder Marian, muy cordial. Saludos.