un mayo cualquiera.

El olor a ese perfume que drogaba a mis sentidos y hacia sucumbir mis defensas diezmadas !estaba ahí!. Como una cruel parodia que permanecía en el ambiente… Recordándome a ti.​

Te busque, como un gambusino en esos ríos infestados de fiebre amarilla y sin valor, que solo brilla efímeramente.
-No te pude encontrar-
ni a ti, ni a tus pasos, ni a tus recuerdos.
Solo estaba ahí tu perfume, que se viste de camuflaje en una piel ajena y un rostro cualquiera, ¡aquí no estas desde hace tanto tiempo! que tal vez mi olfato te quiere encontrar en una flor de el montón… engañándome como siempre.​

Tu ya no caminas por aquí, se te olvido la ruta…
hay ocasiones que me empeño mas y logro mirar tu sombra morena y tu rizado pelo deambulando en las noches por la casa”
Buscando tus pasos caminados en ella, ¡no los encontraras! yo que vivo aquí los sigo buscando cada día, para perpetuar un amor que desde hace mucho tiempo emigro, como los gansos canadienses a buscar el calor al sur mas profundo.amor que desde hace mucho tiempo emigro, como los gansos canadienses a buscar el calor al sur mas profundo.​

!Hoy sigo aquí recordándote como siempre!, y le invito un café a tu fantasma inapetente que nunca prueba un sorbo, en un mayo cualquiera del fin de los tiempos.​

 

le aplaudo señor Franck. un fuerte abrazo.

 

graias y saludos.

 

La añoranza de un amor en la soledad se siente mas,,tu prosa es muy fluida, y con buenas imágenes...un placer leerte estrellas

 

gracias y saludos

 

ah mayo, parece que todos queremos mayo, jajajjaa

hermoso relato, un abrazo amigo