Un millón.

Hay un millón de maneras,

para expresarte mi amor,

pero al estar a tu vera,

se me quiebra la voz.


Tantas opciones,

que se me desvanecen,

se me olvida hasta el nombre,

al estar frente a frente.


Hay un millón de formas,

para decir te quiero,

pero al estar a solas,

algo me impide ser sincero.


Tantos caminos,

para llegar donde estas,

pero soy tímido,

tu belleza me hace callar.


Hay un millón de senderos,

para decir lo que siento,

pero al verme en tus ojos bellos,

todo cambia de contexto.


No deseo pasar una eternidad,

para encontrar los medios,

y me hace tanto desvelar,

otro te lo diga primero.


Hay más de un millón tal vez,

para acercarme a tu lado,

pero en el amar y el querer,

decir te amo como lo hago.


Tantos escenarios,

y yo así tan introvertido,

sería el hombre más afortunado,

al saber me miras como te miro.

 

Buen poema. En mi caso, a veces yo actúo de manera parecida, pero he aprendido que aun parezca que uno se vea mal, es preferible con todo y lo imaginable, que es mejor aunque se vea torpeza, el tartamudeo, una mujer valora que con todo y problemas, uno se atreva y, a lo mejor, quizá.. se da y, nada se pierde. Peor es es estar totalmente en la oscuridad, en la cobardía. Saludos cordiales.

 

Yo también tengo una musa de mi inspiración, a la cuál no me atrevo a dirigirle la palabra. Es encantadora y grácil. Frugal, como una comida campestre, que te deja con hambre. Y es, ciertamente, bailarina elástica. Su rostro conserva los rasgos que la hacían tan perfecta, en tiempos de su infancia. Y yo no puedo acercarme a ella, veinte años después de nuestro primer encuentro.