un nada viviente

Un ave guerrera
encadenada pierde la cabeza,
al no encontrar la vida.
Come lo que le dejan,
aveces piensa con coherencia,
mueve sus alas
para que no se adormezcan.
Vuela hasta donde da la cadena,
sueña hasta donde llega
su propia caida.
Canta hasta que su garganta
de fin y diga: ¡basta!
mira entre la penumbra
las sombras nunca vistas.
Palabras mudas cantaba de mañana
ya no hay nadie en la ventana,
alguien ha perdido las ganas.
Ya nadie canta
con la garganta reseca,
ya no es guerrera,
no canta y no tiene ideales,
no sueña, no respira,
no es conciente,
no es nada
ya es un nada viviente.

 

Felicidades amig@ por este buen poema, me ha gustado mucho. Sigue escribiendo así tan lindo. Abrazos. Dios te bendiga. :::sonreir1:::

 

grasias mercedes, por tus gratos saludos