Un pájaro quemado vivo...

Con veinte años de retraso, y en la última cuesta de la vida...


Un HOMBRE con mayúsculas, sí, hombre

aunque ame a otros hombres...

aunque sus besos enraícen en la barba perfumada

de un artista, mi mago de rincón con libro avión

me lleva hacia a un viaje imaginario...

Da nombre a la pasión de aquel perfume

de claveles solapados, la venganza en un arista

la pena de la vuelta de la vista, el temblor

que hace el amor con brazos nuevos...

Metáforas dichosas, femeninas, el alma

de mujer que del burdel vuelve a la esquina,

me pierdo me ha perdido el oleaje, las mareas

de ti serás mi padre...

Parásito cruel de mi emoción

no me dejas hacer solo leer

quiero crecer en tu opinión

más santo más profundo

más hermano quemada ya la piel

voy a volar soy un gusano.

Se me antoja que te amé en el desconocimiento

ahora me aferro a ti y he de decir que

no me acuerdo de un hombre sin pronombre

ni nombrado con un calor cruel que ha de volver

el tiempo amado....

Mi felicidad iletrada

que hiere en la garganta

el corazón de las palabras...


A Agustín Gómez Arcos.