Un poema en permanente construcción

Me acuerdo de la noche que hacía de princesa,
de aquélla que llenaba con besos por sorpresa.
El aire transportaba la cálida misiva
que impacta en mis sentidos vestida de amapola.
Discretas las sonrisas, mi rostro se arrebola
cautivo en su mirada tan pérfida y lasciva.

Sus pies anacarados buscaban la respuesta
y mi alma se encogía confusa y descompuesta.
Flirteos que exigían pasión adolescente.
¿Acaso confundía ternura con deseo?
Sus ojos emulaban del mirlo su aleteo
y yo me enamoraba con agua de su fuente.

¡Maldigo los momentos de magia y de alegría
que el tiempo troquelaba de amor y fantasía!
Amor resplandeciente que brota de la nada,
que tímido se oculta cobarde en el amigo
y encuentra en la impostura su cárcel y su abrigo,
sabiendo que la noche se muere desmayada.

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VicenteMoret

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Nota: Basado en un poema antiguo, ya publicado, pero muy modificado. Suelo utilizar el poema antiguo como laboratorio.

 

Gracias, amigo mío. Un fuerte abrazo. V.

 

Gracias por pasar, Alde. Un abrazo. V.

 

Gracias de nuevo por tu generosidad. Espero tu pregunta. Un abrazo. V.

 

Gracias, querida Luciana. Un beso. V.

 

Muchas gracias por estar ahí. Un abrazo. V.