Un rincon de injusticias ajenas

Tu otra vez! empezaba una mas, de la infinitas cartas que yo al vacío lanzaba.
Mi mente transportaba cada uno de esos nudos ardientes que en mi garganta quedaban.
Mis manos, al compás de un sonido seco, redactaban la ociosidad de mis quejas, y mientras mis ojos, con rabia , irradiaban desconsuelo , mi corazón decía...


Que he de hacer yo? Una pobre ilusa que entre emigrar y respirar pierde su encanto nato.
Como podre yo, que desmiento utopías, consolar a un corazón marginado?
Que he de saber yo? Que entre corrupciones cinicas entrego mi pasión a un sistema estatal.
Y como yo, que platico con la deriva, he de derribar la fe de miles de fanáticos y religiosos?


Si es que veo esta mi tierra y grito desde mi interior lo idiota que nuestra inteligencia es.
Cada vez que al despertar, escucho por mi ventana el canto de la decencia que se gana la vida en un mar de violencia.
Cuando entre guerras civiles, y un millón de soldados, veo gotas de paz cubiertas con sangre, y, golpes de estado, que alcanzan a mas de una alma sonadora.
Si recorro cada día las calles podridas de este cielo,que adoptan pequeños senderos de irresponsabilidad pagana,o quizás simplemente de ignorancia? Yo que se! Ya estoy harta de ponernos pretextos!

Veo, como entre laminas de coraje, sufren corazones hambrientos después de una vida de esfuerzos. Como el sol quema las espaldas, ya morenas, de miles de futuros sin cambio.
Y para que? para que a nuestras manos llegue pan saco? Gotas de sudor que derramamos a beneficio de nuestra mala suerte?
Y luego, ver, que se nos sean quitadas las sobras de nuestro poco sueno. Si hasta el respirar se paga! Y entre impuestos y extorsiones , recibimos como servicio publico una miseria, no mas que humo desgastado por miles de cigarrillos viejos, y uno que otro transporte colectivo, en los que se esconde la melancolía de un pueblo azul y blanco.


Y de repente, soy desterrada al infinito de mi almohada, y veo como mi piel marcada entre bestias y tabúes , se cuelan en mi corazón la insensibilidad de ya un par de milenios.
Es que esto pasa todos los días, por que ha de extrañarme? Hagamos verbo de lo incrédulo!

 

de verdad que es patético coexistir con la intolerancia, pero somos "animales de costumbre" o sencillamente hay que aceptar el maquillaje: tolerar. fulll texto.
un abrazo

 

mejor no lo hubiera podido decir! como dice una frase muy conocida de Martin Lutherking...“Nuestra vida comienza a terminar el día que nos quedamos callados de las cosas que importan”.
Saludos !