Un soneto y dos destinos

Mucho tiempo ha pasado alegremente

sin apenas saber por que callabas

ni aquel tibio color que tú mostrabas

lograba alterar mi ánimo y mi mente.


Con tu semblante serio y displicente

ni siquiera mis dudas despejabas

y por no pensar que algo me ocultabas

me mostré casi siempre indiferente.


Destino A


Pero ha llegado el tiempo de cordura

de pensar seriamente en el futuro

pues parte de la vida ya se ha ido.


Y olvidar este espacio de amargura

que ha sido junto a mí bastante duro

y hagamos nuevamente nuestro nido.


Destino B



Cambiemos pues el cauce del destino

y no sigamos más con este engaño

pues nadie por nosotros daba un duro.


Lo mejor es que cojas tu camino

no sigamos haciéndonos mas daño

y cada cual que escriba su futuro.
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