Un tiempo detenido

Volver a mirar mariposas en un frió invierno,
Cantando en un anochecer helado,
También la tarde participo,
Presagiando un esperado y la vez sorpresivo desliz
Tras las vestimentas que ya la noche lucía,
Trasparencias que dejan ver su manto negro e insípidos actos.
Calidos romances de aves raras revoloteando en tu manto.
Tratando de agasajar al tiempo para que detenga su andar
Y pintar detalles de pinturas de estas águilas nocturnas.

Un sol que carece ya de calor abandonado de fuerzas.
Para dar vida a las aves raras y que a la vez, vuelen a las altas lomas,
Mostrando sus alas con verduscas plumas,
Color suplicante de poseer y vivir suspiros y suplicios de un tiempo único.

Tarde gris que ya nunca mas supe de ti, distes vida a un frió anochecer,
De calidos y ansiados momentos, he vuelto a renacer al contemplar
el vuelo ardiente de una fría primaveral
Al compás del tiempo detenido, solo roto por tal danza
Que en el aire se ha tejido para mí.

Tarde de ruidosos momentos orales y miradas de dudas marcadas,
como intransigentes reclamos, menoscabando la ya perdida realidad.
Un medio ser ya vive su momento y reclama por ser uno.
Vida a medias por un curioso tiempo detenido.
De hermosas aves raras y ardientes vuelos, que incitan a enamorar tal mirada.
La tarde ha muerto, la noche se toma su tiempo.

 

excelente escrito, un abrazo amigo