Un toque de soledad

UN TOQUE DE SOLEDAD

Bienvenida querida soledad
cuando te haces presente con frecuencia,
cuando buscas de mi alma la amistad
instalada en mi ser con vehemencia;
Ese toque que inspiras, en verdad,
a sentir nuestro mundo en su presencia
y agudiza no solo los sentidos,
pues también aceleras los latidos.

Yo te espero en momentos siempre a diario
y así vuelques tu calma entre mis ojos
con tu don que me es muy necesario,
porque abres en mi mente los cerrojos
que aprisionan voraz el escenario
tornando con azules y con rojos
los placeres que quedan rezagados
y que nunca antes fueron venerados.

Me haces ver el lugar más apacible,
me enciendes de pasión el lado oscuro;
Por eso cuando observo es posible
respirar aire fresco, sano y puro.
Si te acercas, un árbol, increíble,
va creciendo de a poco, y su futuro
es abrir a sus ramas en su anhelo
de alcanzar, dando abrazo a nuestro cielo.

Imagino en un río su torrente
cuando aumenta de golpe su poder,
no es su fin provocar daño inminente
ni tampoco ahogarnos, su querer,
simplemente abrir tramos tan ardiente
que abraza con su fuerza y con placer
nuestra tierra que amamos con locura
y entregar energía en su bravura.

Soledad que te nombran como acero,
como peso que mata una ilusión,
necesito tu toque pasajero
y que nunca retires tu ración,
porque tú, cuando asientas ese esmero,
depositas aquella sensación
de no ser del destino un fugitivo,
entregando el placer que es estar vivo.

Ángel César Cocuzza.

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Como insinúas, estimado, la soledad suele ser una buena compañera si se sabe atender a su silenciosa conversación.
Imagino que has intentado componer en octavas reales, pero veo que varios de tus versos no llegan a las once sílabas, intuyo que porque cometes algún error al contar sílabas (cuando se encuentran dos vocales átonas de palabras diferentes siempre hay sinalefa). Te señalo estos versos en la cita.
abrazo
J.

 

Muchas gracias por tus correcciones, es cierto, cuento mal las sílabas porque me olvido de las sinalefas, justamente eso es lo que me hace crecer, que me corrijan para poder solucionar los errores cometidos y por eso te agradezco infinitamente que te hayas detenido en mis letras.

Ya lo corregí, espero que haya quedado bien. Un abrazo.

 

Sin hilar demasiado fino, ha quedado bastante bien ahora. Un solo verso veo decididamente fuera de métrica:
A tu lado si hay un árbol, ¡Increíble!

En encuentros de tres vocales cuando la del medio suena como «i» o «u» se rompe la sinalefa múltiple. «si hay- un». Este «si», ¿no lo quieres afirmativo? En ese caso debería llevar tilde. E «increíble», después de coma, debiera empezar con minúscula.

abrazo
j.