Un triste destino -

Es muy triste llegar a ser anciano,

no por haber cumplido tantos años,

ni por estar de vuelta de la vida,

ni por estar enfermo o muy cansado,

ni siquiera por falta de recursos.

Lo más triste es sentirte abandonado,

sin poder compartir tus sentimientos,

sin nadie a quien percibas a tu lado

y que puedas contar tus grandes penas

o tus dulces recuerdos del pasado.

Y hay algo más amargo y que más duele,

es verte de tus hijos olvidado,

que estorbas, si te tienen recogido,

y que al final terminas acabado

en un mustio rincón de algún asilo.

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Hay una gran verdad en tus poema. Todo es triste pero mas la soledad en que se quedan algunos ancianos sin que a sus hijos les importe. Y pensar que los haría tan felices que los escucharan por un momento para hablar del pasado y de las cosas que recuerdan. Tienen tantas cosas que contar. Gran y conmovedor poema. Saludos. Te dejo Reputación.

 

Un excelente romance de arte mayor, amigo, hecho en endecasílabos a los que en una primera lectura no encuentro pega alguna; todo el romance tiene una lectura muy melodiosa y su contenido es verdaderamente muy impactante por la conclusión a la que llegas : la soledad peor, con ser las otras muy terribles, es la de sentirte abandonado por los tuyos.

Muy buen trabajo. Te dejo estrellas.

Un abrazo.

 

Gracias mi estimada Lourdes, por tu grata visita y comentario y por tu reputación.

Recibe mi mas codial abrazo

 

Estimado juan, gracias por tu grata y esperada visita, por tu comentario y por las estrellas que me dejas.

Recibe un fuerte abrazo

 

Maese Atila:

Más allá de la métrica y el molde utilizados,
tu poema impacta por la verdad que deslíe;
lamentable situación, por cierto.
Felicitaciones por este trabajo,
y de mi parte el cordial abrazo de siempre.

 

Mi estimado Maramín, tan presente en llas visitas y yo sin verte, perdona, ando fatal con el tiempo. gracias por venir y po

tu comentario.

Un abrazo cordial

 

Estimado amigo Maese Pinilla, gracias ya sabes que tu visita es especialmente grata para mí, gracias amigo, también por el comentario