un viaje extraño

Detuvo el vehículo en una bifurcación de caminos, sabía que estaba perdido, agradablemente perdido en un campo de bosques y soledad, eligió el que estaba a su izquierda, el paisaje no cambiaba a medida que avanzaba el horizonte crecía al subir serpenteando el cerro hasta llegar a la cumbre. Más abajo se veía un conjunto de casas rústicas en un hermoso valle. Al fin pensó, hay personas que me puedan indicar como llegar a la carretera principal. Antes de llegar al pueblo, ante la presencia de dos hombres que caminaban a la orilla del camino, paró su automóvil, los aldeanos lo miraron con el ceño adusto y le preguntaron

-Cómo llegó a este lugar?

-Siguiendo caminos que no conocía.

De improviso comenzó a sentir una sensación extraña, trató de respirar más profundo y analizar lo que le ocurría. Era como si la sangre se fuera a escapar del cuerpo, las palpitaciones las sentía en su cerebro hasta provocarle pérdida de conciencia.

Despertó en una cama frente a una ventana en el interior de una cabaña, una mujer de mediana edad estaba observando su reacción.

-Ya era tiempo que volviera a la realidad

-Que me pasó, en donde me encuentro?

-Con calma, recuerda que venía camino al pueblo cuando se desmayó?

-Sí, me detuve para hablar con unos hombres

-Ellos lo trajeron hace dos días

-Dos días, pero, que me ocurrió

-Lo importante es cómo se siente

-Algo mareado, me siento débil

-Permanezca en cama hasta que se recupere, estaré a su lado todo el tiempo.

A través de los cristales de la ventana podía ver un cerezo con sus frutos recién nacidos de la flor en un atardecer que luchaba para impedir la entrada de las sombras de la noche.

Al otro día sentía que había recuperado sus fuerzas, se levantó con una sensación distinta imposible de definir, la mujer lo encontró ordenando sus pertenencias.

-Realmente se siente bien?

Preguntó con naturalidad.

-Sí, debo regresar, le agradezco toda su atención, Ud. Dirá como puedo pagar todos sus desvelos y molestias que le he causado

-Insisto en que se quede más tiempo, Ud. Nada me debe

-El tiempo de mis vacaciones está por terminar, ese es el motivo de mi partida.

Al salir se encontró con los dos hombres que había conocido en la entrada del pueblo, lo esperaban para guiarlo a la carretera principal. Se detuvo frente al cerezo que estaba enteramente florido, se volvió a los aldeanos y les preguntó

-Ayer estaba con frutos pequeños, como se explica que ahora tenga flores?

Los hombres se miraron y uno de ellos contestó

-No sé , es algo difícil de entender, desde hace algún tiempo, lo que a Ud. le ocurrió nos pasó a todos, algo cambió a los animales, a las plantas, siempre habíamos vivido para envejecer, ahora es todo lo contrario, es como si el sol probara otra forma de vida. Esto es un secreto, le rogaría que no lo comentara, siempre hemos sido trabajadores de la tierra y pase lo que pase queremos seguir con nuestra rutina.

Durante el viaje de regreso hubo silencio, solamente las indicaciones para encontrar la carretera.

En su primer día de trabajo en las oficinas de un edificio de la ciudad sus compañeros lo recibieron con agrado.

-Se ve más saludable

Le dijo la secretaria y le miró fijamente su cabeza

-No está teñido el pelo?

Qué hizo con sus canas?