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un viejo cuento

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por Syd Carlyle, 8 de Octubre de 2011. Respuestas: 3 | Visitas: 488

  1. Syd Carlyle

    Syd Carlyle Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    9 de Noviembre de 2010
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    Tras la espera llegó un juez a la sala.
    Mientras se sentaba, en tono seco,
    y con las cejas levantadas, dijo:
    De uno a uno enseñen sus corazones.
    El primero, con el corazón en las manos,
    muy orgulloso de él, lo llevo hasta el juez.
    El juez, impasible, le dio su aprobación,
    y con un gesto de mano, frío y con gracia,
    le dio la orden de que volviera a su sitio.
    De uno a uno, cumpliendo las órdenes del juez,
    los hombres se acercaban sin miedo al estrado,
    y mostraban vanidosamente su gran corazón.
    El juez, cerrando los libros y posando la pluma,
    creyendo concluida la sesión, divisó,
    con el ceño algo fruncido por la miopía,
    en una de las esquinas al final de la sala,
    un joven que no se había presentado ante él.
    ¡Joven! Pronuncio el juez con voz clara y sombría.
    La voz recorrió toda la sala como un águila negra,
    estremeciendo a cada uno de los presentes.
    El joven, ajeno a toda aquella extraña reunión,
    titubeó, y se quedo en silencio.
    -¡Joven!- Repitió el juez muy alterado.
    El joven, algo desconcertado, se levanto,
    y, caminando entre un mar de ojos, llegó al estrado.
    -¡Joven! Dígame…¿Por que no me contesta cuando le hablo?-
    -Eh…upe..-amagó a decir temerosamente el muchacho,
    siendo interrumpido por una explosión de carcajadas,
    que rebotaban por la sala y por la mente del joven.
    -¡Silencio!- Grito el juez amartillando la mesa.
    -Le he hecho una pregunta, además muy simple,
    ¿quiere hacer el favor de contestarla?-
    -Verá usted, señoría, hay muchos jóvenes en esta sala,
    no sabía realmente si usted me estaba hablando a mí-
    Contesto el joven con tímida ironía.
    -Bueno…bueno dejémoslo, ¿ha traído usted su corazón?
    -No, señoría, lo he dejado en casa-
    -¿Con qué lo ha dejado en casa eh?-
    dijo el juez estirando su cuello como un viejo buitre,
    -¿Entonces, qué es eso que esconde tras su camisa?
    La sala se comenzó a llenar de voces,
    algunos gritaban mentiroso, otros cobarde,
    y otros se limitaban a observar la escena impacientemente.
    -Señor, se lo ruego, déjeme marchar a mi casa,
    no entiendo porque estoy obligado a hacer todo esto-
    Dijo el joven retrocediendo poco a poco del estrado,
    cuando, súbitamente, se percató de que lo agarraban por detrás,
    y que de golpe todas las personas de la sala le rodeaban.
    ¡Muestra tu corazón! ¡Muestra tu corazón! ¡Muéstralo!
    Gritaban sedientos y sus bocas se deformaban en agujeros negros,
    y los dedos que le agarraban se enredaban estirándose en raíces.
    El juez, vestido de sueño negro, se levanto y bajó del estrado.
    ¡Veamos muchachos! ¡Veamos qué es lo que esconde este joven!
    El juez se abalanzó sobre él como la muerte, y le arrancó la camisa.
    Toda la sala quedó suspendida en un silencio absoluto.
    La masa negra de personas que se apiñaba sobre él joven
    quedo eclipsada por un destello de luz blanca que inundó el recinto.
    Cuando la luz cesó, se vió el gran corazón que el joven escondía.
    Todos aquellos, antes vanidosos, llenos de orgullo,
    con un corazón habitual, con un corazón de hombre común,
    quedaron maravillados ante la asombrosa belleza de aquel corazón.
    El joven yacía semiconsciente en el suelo de mármol helado,
    y el resto de los hombres permanecían absortos.
    -Señoría, por favor, no entiendo, déjeme marchar, de verdad…-
    Estas fueron las últimas palabras del joven,
    porque tras acabarlas, el juez le dio un gran mordisco al corazón,
    y, fuera de sí, masticando la elástica masa de carne y nervios,
    les ofreció el corazón a los demás para que lo devoraran entre todos.

     
    #1
    Última modificación: 8 de Octubre de 2011
  2. Cuervo4141

    Cuervo4141 Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Una gran narracion con un final a mi ver inconcluso y con ganas de seguir leyendo mas. Un gran mensaje. Grato leerle,
     
    #2
  3. Starsev Ionich

    Starsev Ionich Poeta asiduo al portal

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    Ese final me recordò a la novela El perfume de Zuskind... que lastima, porque todo su recorrido fue original y muy muy bien escrito, muy real.
    Muy buen escritor, felicidades. Me parece que este escrito deberìa estar en el foro prosas melancòlicos, aunque un buen escrito se puede poner en donde a uno se le de la gana.

    Saludos
     
    #3
  4. Syd Carlyle

    Syd Carlyle Poeta recién llegado

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    Sinceramente, he de admitir que lo he empezado escribiendo con calma, a la mitad ya tenía un poco de prisa, y al final ya me tenía que ir asi que lo he acabado lo mas rapidamente posible. Asi que gracias por leerlo y prometo pensar con más tranquilidad y reescribir el final, muchas gracias por vuestros comentarios!
     
    #4

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