Una botella en el mar.

Mientras el cielo se oscurecía
y los rayos del sol morían,
la niña habló con la gaviota.

La playa, cubierta de arena
enterró sus ilusiones rotas,
mientras que el agua salada del mar
se mezclaba con las diáfanas
lágrimas que de la niña rodaban.

Sus pies, que tocaban la arena
sólo querían sentirse flotar...
Y fue así como en una botella,
la pequeña niña le pidió a la gaviota,
que arrojara toda su tristeza al mar.
​

 

Hermoso poema, amigo, espero que el mar consuma la tristeza con su blanca espuma de alegrías.

 

Hermoso poema, hermosa imagen. Ojalá fuera tan fácil deshacerse de la tristeza.

Un cordial saludo.

 

Si así lo fuera...Saludos amigo.

 

"Y en ese momento, la tristeza esconde belleza, esconde un poema"
Y sin embargo, no hay que quedarse con ella Mi gratitud sincera por leer mi poema.
Abrazo gigante.