Una carta de despedida

Hola princesa quizás habrás despertado ya y el alba acaricie tu rostro de doncella que tan hermoso es, y las flores bañen tu cuerpo de olor fragante como solo tu mi princesa sabes oler.
Anoche te vi dormir, tuve un ángel entres mis brazos y no lo creí, tan hermosa como ninguna estrella que alumbra el universo. Te vi dormir, vele tu sueño cual guardián condenado a estar junto a ti.
Te vi como la primera vez, sabiendo que era la última, una que jamás tendría el honor de volver a ver y que quedara en mi corazón mientras viva, no la borrara el tiempo ni la distancia…
Llegue tarde y ya estaba dormida, añore que despertaras, pero era tal tu letargo que mis caricias no lo lograron vencer, la rosa que traes en tu cabello la saque de mi corazón la forme con mis manos, no se marchitara, es mi ser lo que te entregue y siempre te amara, es mi libertad que presa en tu corazón dejo.
Te amare como nunca nadie amara, serás reina de mi corazón y princesa de mi trono, nadie jamás lograra entender porque te amo tanto, no habrá diccionario que lo defina, libro que lo explique, ni ciencia que lo entienda. Jamás nadie lo mencionara, jamás nadie lo enseñara, jamás nadie lo recordadora…
Quizás tú no lo entienda, pero tanto te amare que algún día tu corazón te lo dirá, tanto te amo que te dejo libre, no hay razón, no hay motivo, pero mi amor lo dejo en esta despedida.
No ruego porque tu lo entienda ni por tu perdón, esta es mi mejor manera de amar ¡adiós princesa! Siempre te amare y esclavo de tu sueño seré, en el día te visitare y en la noche siempre estaré ahí para ti.

 

wao que bonito me gusto mucho, un toque de hermosura, tristeza y alegría a la ves muy bueno