Una duda.

Se instala en mi interior la duda,
de quererte tanto a distancia,
se confunden las fragancias
del ciruelo y la ruda.

Las estrellas miran desde el cielo,
mis frágiles pasos, lentos y seniles,
camino recordando mis abriles,
mientras voy del sueño al anhelo.

La calle vacía ya no es testigo,
de mis pensamientos amorosos,
recuerdo y estallo en sollozos,
al recordar lo que he vivido.

Esto que trae y plantea esta duda,
es por tu llegada a mi pensamiento,
pero la verdad es que yo no lamento,
de ser yo el ciruelo y tu la ruda.

Quise amar como había soñado,
a una mujer clara y serena,
se instalo en mí la condena,
de amar mucho y no ser amado.

Llega el ocaso de mi tiempo,
en soledad me ha de encontrar,
aunque aquel sueño de amar,
aun esta conmigo muy dentro.

Llegas ahora con el encanto,
de abriles nuevos a mi vida,
llegas cerrando aquella herida,
quitando de mi alma el llanto.

Llegas con tus aires juveniles,
desde lejos traes la inocencia,
opacando toda aquella carencia,
de cariño en mis sueños seniles.

La dulzura la ha traído tu boca,
con besos en mis ojos cansados,
tus suaves caricias han renovado,
a mi piel entera cuando la tocas.

La soledad queda en olvido,
con tu reír bello casi infantil,
a mi corazón has hecho sentir,
lo que en mi creía perdido.

 

Es verdad lo mas importante son las ganas de hacer las cosas.
Gracias por la bienvenida y espero que mis escritos estén a la altura de los que he leído
Gracias, y saludos cordiales.