Una entrada sin salida

El deseo de no desear más que tú,
el no pensar lo que no pienso cuando no pienso en tí,
el querer besar lo que nunca beso
cuando quiero besar y no puedo;
el abrazo que nunca te doy,
la mano que nunca me toca,
los resquicios de las palabras que nunca se usan;
los segundos olvidados que siempre recuerdas.

Los hechizos que no existen más que en tus ojos,
los gestos que expresan
lo que no expresa lo inexpresable.

Los detalles que no son más que
generalidades que nunca llegan
menos cuando me los envías.
La risa que no sonríe y se ríe de la sonrisa,
el enfado que no existe
y es efímero en lo imposible.
El resguardo que nunca me das
pero siempre me invitas a pasar un rato.

La seguridad de vivr inseguro
en un mundo en que lo seguro es vulgar;
destrozas el mito con tu esencia.

El tacto de cuando no me tocas
se resbala entre mis poros,
que se excitan de solo pensar
que puedas llegar ha hacerlo.

El momento de tu entrada en mi cuerpo;
el momento en el que nunca sales.

 

Es un vaiven de versos, con agradable juego bien estructurado, como olas arrastrando las palabras, que no se ahogan porque saben nadar, aunque siempre viven en el mar. Felicidades, aurigae, interesantes letras, mucho gusto conocerte. Saludos. Crimolem.

 

versos bien elaborados
y llenos de amor y pasión,
te felicito
saludos

EDU