Una Fe sencilla

Una Fe Sencilla

Me despojaste de las multas
que usaba para andar…
Quitaste los apoyos con los
que creía avanzar…

Luego me lanzaste descalzo
por el camino dándome una
sola dirección.

Me pediste que no escuchase
a los que hablan mucho,
porque nunca nos pediste
ser promores si no testigos.

Me dijiste que siempre
caminarías conmigo
y aun que callera podía
contar con tu mano
de amigo…

Tu sabes que hay ideas que
seducen mi inteligencia,
tu sabes bien de esa mi
falta de paciencia.

Tú conoces mi naturaleza
y sabes que siempre me sucede
que hago lo que no debo
y obvio lo que debería.

Tú que sabes de mis
contradicciones,
que no siempre tomo las mejores
decisiones.

Y aun así no te decepcionas mi,
porque aun que todo el mundo
gritase ¡No puede! ¡No vale!
¡No es digno! O me clavaran la
daga de mis hipocresías…
Aun sabiéndolo tu apostaste
por mi.