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Una Fiesta Para Recordar

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por bolívar, 16 de Marzo de 2008. Respuestas: 0 | Visitas: 504

  1. bolívar

    bolívar Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    23 de Noviembre de 2007
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    Género:
    Hombre
    Llegó la hora indicada
    y todos concurrieron:
    era la gran fiesta
    de los animales.
    Hola mis comadres,
    saludó la comadreja;
    todo ya está en orden,
    empezó la mona anfitriona
    amarrando a sus monitos;
    endulzarán la vida,
    pidió la dulce abejita;
    los faroles apaguen,
    ordenó la luciérnaga;
    a mí no me joroben
    que estoy bien puntual,
    aseguró el camello;
    no han alabado mi peinado,
    se envaneció el pavo real;
    aquí ninguno me chilla,
    vociferó el ratón;
    nadie discuta sin mi permiso,
    arengó la mansa paloma;
    no se desangren tanto,
    musitó el murciélago;
    no esconderán la cabeza,
    aconsejó el avestruz;
    oigo cascabeles ajenos,
    reclamó la coral;
    no te asustes hermosa,
    le apaciguó la cobra;
    nada de disfraces,
    peroró el camaleón;
    no me pisen los zapatos
    cuando bailen apretados,
    solicitó el ciempiés;
    no rompan mis gafas,
    interrumpió la mosca;
    cuiden sus cabellos,
    anticipó el cortapelos;
    nada por la espalda,
    recomendó el escorpión;
    aquí nadie me fuma,
    sopló la cigarra;
    nada de perfumes,
    dijo el zorro oloroso;
    tampoco peinillas,
    rezongó el puerco espín
    nada de telas ni vestidos,
    se desnudó la araña;
    todos tan de prisa,
    se quejó el caracol;
    espera un poquito,
    rogó la tortuga;
    déjenme un ratito,
    imploró el perezoso;
    arriba os espero,
    espetó el vencejo.
    Concluidas con tanta elegancia
    razones y presentaciones,
    la música empezó;
    todos a bailar,
    convidó el hipopótamo;
    canten los que puedan,
    roncó el papagayo;
    ahí va una ranchera,
    entonó el canario;
    más bien un merengue,
    ofreció el jilguero;
    mejor un pasillo,
    pregonó el gorrión;
    yo voy por un tango,
    tarareó el pinzón.
    Bailaron, danzaron,
    cantaron, rieron,
    nadie se cansó,
    nadie se excedió.
    Sentados ya todos,
    vamos a comer,
    invitó el cangrejo;
    para mí las nueces,
    escogió la ardilla;
    prefiero los postres,
    exigió la hormiga;
    sólo para mí la carne,
    amenazó el león;
    dónde están las coles,
    preguntó el gusano;
    comeré muy poco,
    eructó el gordo cerdo;
    sobrarán los huesos,
    ladró el gran mastín;
    de mí nadie se olvida,
    recordó el elefante.
    No se ofenda nadie,
    aquí el único baboso
    es mi esposo,
    explicó la babosa,
    en medio del bullicio.
    Se hizo el silencio,
    quizá no entendieron;
    mas pronto prosiguieron
    en la farra famosa.
    Y así continuaron
    en la larga fiesta,
    en sano disfrute
    hasta amanecer;
    muchos discursearon,
    pocos se callaron,
    todos bien dispuestos,
    más que bien comidos,
    en su alegre festín.
    Los perros y gallos,
    gatos y ratones,
    aves y serpientes,
    mamíferos y alados,
    comieron por igual.
    Y después del goce,
    como todo en la vida
    tiene su comienzo
    y llega a su final,
    esta fiesta también
    tuvo que terminar.
    Juntos como entraron,
    así se despidieron;
    alegres se fueron
    y ser amigos por siempre
    al salir prometieron.
     
    #1

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