Una forma inútil de terminar el domingo

Cuando estás viejo y sordo de opinión no humana,
y algo ciego de tanto ego luminiscente en universos próximos,
no queda más que escribir notas en los zapatos,
aunque nadie camine dentro de eso que será escrito.

¿Dónde estás desnuda número de artista material?

Cuando sabés que la respuesta es ninguna parte
y subís al primer barco mental anclado
la culpa es del celo social.
Cuando no ves, todo tiene un sentido circular.

¿Dónde están los latidos del micrófono cuando necesitás callar?

Estoy algo torpe, he ido contando hacia atrás,
no me gusta matar cucacharas,
no me apasiona esa terca vanidad por interactuar.

No soy mejor que ese otro yo algo más triste,
ni soy peor que el fantasma sediento de olvido.
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Tantos somos los que escribimos mirándonos el ombligo,[/FONT]
[SIZE=3][FONT=comic sans ms]somos tantos, que odiamos la falsa procesión de la buena palabra en el rencor.[/FONT][/SIZE][FONT=comic sans ms]
[SIZE=3][FONT=comic sans ms][/FONT][/SIZE][FONT=comic sans ms][SIZE=3][FONT=comic sans ms]
Cuando estás viejo, y dejás que el domingo sea tu abrigo,[/FONT][/SIZE][FONT=comic sans ms]
[SIZE=3][FONT=comic sans ms]no importa la hora, ni el lugar.
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[SIZE=3][FONT=comic sans ms]Lo único que da brío al júbilo es el modesto bienestar[/FONT][/SIZE][FONT=comic sans ms]
[SIZE=3][FONT=comic sans ms]de poder descubrir el misterio exacto para volver a comenzar mañana.[/FONT][/SIZE][FONT=comic sans ms][/font][/font][/font][/font][/font][/font]