Una lapida escrita:

Quisiera ya no ser,
Ya no ser materia,
Ya no ser sustancia,
Solo ser el aire.

Quisiera poder elevarme,
Sentir denuevo aquella paz,
Sumergirme en aquel sueño profundo,
Del cual me obligaron a despertar.

Porque no me dejaron ir?
Me duele tanto vivir,
La sangre que recorre mis venas,
La siento ácida.

Duele mucho en mi pecho,
El latir de este corazón,
Que a veces se desespera,
Por abrirlo y salir despavorido.

Solo quiero descansar,
Me siento agotada,
Sin fuerzas,
Para poder continuar.

El alma herida,
Me pide a gritos que la deje ir,
Que le abra puertas y ventanas,
Y que no valla tras ella.

La carcaza de mi cuerpo,
Esta desgastada,
Se siente débil,
Ya no quiere luchar.

No hay manera,
Tengo que terminar con esto,
Tengo que irme de aquí,
No puedo seguir así.

No es justo para nadie,
No puedo vivir,
Y no dejo vivir,
A los que mas amo.

Solo me gustaría una cosa,
Que en una lapida escrita,
Pongan en manuscrita,
Como mejor me recuerdan.

Si algo bueno tuve alguna vez,
Si alguna de mis actitudes fue buena,
Si en algún momento fui amada por algo en especial,
Solo lo quiero en mi lapida.

Porque si han de recordarme,
Recuerden lo bueno,
Por mínimo que halla sido,
Aunque eso sea haber de amor fallecido.

Mas de amor no se muere nadie,
Pero de dolor,
De dolor las almas,
Lamentablemente quiebran y se pierden.

Y mi alma,
Mi alma se quebró,
Pero no se a donde fue,
Indudablemente se perdió.

En una lapida escrita,
Dormirá mi aura,
Y cuando la lapida por el tiempo se quiebre,
Al fin mi alma se vera en libertad.

Laura Grumberg