Una libertad llamada Perro

Le faltaron rasguños a las caricias
para ser la herida de alguien
y no la cicatriz de nada.
Nos faltaron miradas detrás de los párpados
para interiorizar estatuas sobre el alambre
sin más equilibrio de lluvia
que el previsible derramamiento.
Nos renunciamos tan civilizadamente
que resulta insoportable saberme entero
porque nada de mí te llevaste.

Entero como el brocal de un pozo viejo
ahogado en sí mismo,
hundido en un fango de lunas quebradas
y ecos viciados de aire enfermo;
dueño de un pozo que escarba bocabajo
como el enterrado vivo;
dueño de mi lengua que intenta escapar
como un perro atado la pata de la mesa;
dueño del perro de mi libertad
que para ser libre le sobra el dueño.

18 de enero de 2015​

 

¿Realmente queremos ser libres?, ¿renunciar a ataduras civilizadamente? ¿Salir de los misterios del amor sin un rasguño siquiera? Un pozo viejo hundido en un fango de lunas quebradas. Que gran poema Pedro, suerte que lo sacaras del baúl después de seis años. Gracias y abrazos fraternos.

 

Buenas tardes
Tu libertad llamada perro me invade y quiere que lea sus letras
Un placer hacerlo
Gracias
Un saludo

 

El principio, ya tiene paradojas enredas en espacio...en tiempo.
Bellisimo.
saludos poeta.

 

Carnalito, lees entre líneas y eso es genial. Ya sabes que el olvido es un cementerio lleno de memoria. La memoria de lo que nunca ocurrió es la más se niega al entierro.
Qué bueno que vengas y me expreses tu sentir.
Pero no nos pongamos trágicos, mejor parafraseemos: Te saludo con chingona admiración y quiero que te la pases de lo más chido con titipuchales de días playeros, y, naturalmente, lo que la musa pida: es el mejor oficio.
Ponle un acento de nereida de la tribu de las Pléyades de Polanco y sé happy conmigo.
Abrazos a repartir.

 

Me acordé de que lo tenía por ahí al escuchar Un velero llamado libertad, canción de mi infancia, en una versión contemporánea. Para los que ejercemos el oficio de la hipótesis de la libertad sabemos que somos esclavos de ella. ¡Hay tantas ganas de quedarse en unos ojos azules como el mar!
Amigo, espero que te encuentres de lo mejor; agradezco siempre tu cálida presencia entre estos intentos. Te van mis abrazos fraternales.

 

Evocativos versos los de una libertad llamada perro, aunque los perros así los hieran y los traten mal siguen amando a su amo; melancólico desamor que siempre da para tramar espléndidas creaciones. Amigo Pedro me gusta como saca inspiración, como quien saca agua de un pozo seco. Saludos amigo poeta.