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Una mala comida

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por armand_2183, 12 de Mayo de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 801

  1. armand_2183

    armand_2183 Poeta recién llegado

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    Si yo fuera usted haría mas caso de sus hijos, cuando dicen que hay un monstruo bajo la cama. ¿Qué porque lo digo?, déjeme contarle algo vecina. Ocurrió hace dos años mas o menos, poco antes de mudarnos a este vecindario.

    Mi hijo acababa de cumplir siete en ese entonces y mi esposa ya esperaba a nuestra pequeña, en fin lo que paso es que de pronto nuestro perro enfermo; no este que tenemos ahora, sino otro que vivía allá en la otra casa. Enfermo de la noche a la mañana, no salía de su perrera, no rascaba en el jardín y no ladraba por las noches, ¿una enfermedad maravillosa no cree?, pero eso si, su apetito era mayor que el de siempre, así que no parábamos de alimentarlo todo el día.

    ¿Todo ello que tiene que ver?, aun no acabo vecina, a decir verdad fue nuestro hijo quien se dio cuenta primero; una tarde salio para alimentarlo, pero cuando regreso estaba horriblemente asustado diciendo que alguna especie de monstruo se había tragado a su perro. Obviamente no le creí, pero al día siguiente me recibió una turba furiosa al volver del trabajo, todo el vecindario de una forma u otra había sido afectado por nuestro esplendido perro.

    Los Arana lo habían visto tragarse sus pichones, los Ortiz lo habían escuchado mordisqueando sus orquídeas, y los Juárez estaban convencidos de que se había cenado a su gato; sea como fuere les prometí que ese mismo día me desharía del molesto perro, así que cuando me dirigí a ver a mi hijo para darle la mala noticia, me sorprendió encontrar latas vacías de raticida en su alcoba.

    ¿Qué que había sucedido? eso mismo me preguntaba yo, y cuando interrogue a mi esposa esta me dijo que le estaba dando de comer al perro, y en efecto ahí estaba, parado frente a su perrera llorando incontrolablemente. Cuando le pregunte sobre el raticida me dijo temeroso que lo había usado para matar a lo que se comió a su perro.

    Cuentos de niños dice usted... pues yo no estaría tan seguro, pues cuando me disponía a llevarlo de regreso a la cocina escuche un extraño sonido proveniente de la perrera, un sonido gutural de dolor y sufrimiento que me llevo a destruirla, pero luego que hube quitado hasta la ultima tabla para sacar al perro muerto, cual no seria mi asombro al descubrir una profunda madriguera poco mayor que la de un zorro o un conejo.

    En efecto vecina, ahí estaba nuestro perro, pero no como yo hubiera deseado encontrarlo y esa es la razón por la que nos mudamos aquí y no hemos vuelto desde entonces, pues allí en ese repugnante agujero se encontraba el cuerpo mordisqueado de un perro al lado de otro que prefiero no recordar, un enano horrible y deforme, al parecer victima de una mala comida.
     
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