Una melancolía para morir

Y en estos ojos extraños
que ya no son los míos,
observo en tus labios el dolor
de melancolías que ahogan este amor
aclamado por los laureles que me diste,
aquellos tan hermosos que ahora son espinas
clavadas en el constante sufrimiento
que no alcanzan a distinguir
entre la nostalgia o morir.


Puedo sentir en cada acto
una despedida abrupta,
en la que me abandona el aliento
pensando aún en tu sonrisa,
en cada abrazo tierno
que me confortaba paz,
mientras el sendero caminábamos
tomados de las manos,
sentía que necesitaría mil vidas
para justificar que había sido amado,
tal vez este poema hable del sufrimiento
de tu partida a destiempo,
pero de que puede hablar mi alma,
si no del noble sentimiento,
no recordar, seria no sufrir,
también seria no vivir,
así que prefiero sufrir te y recordarte
que nunca haberte amado.

sé que estar en la lejanía, seria perpetrar
actos voluntarios contra el herir
la suavidad de tu estar,
en la unión del todo, de tu amar
como lo hacías...
si, extraño tus caricias,
tus ojos negros de dulzura
los deseo viviendo en mi recuerdo
en las interminables horas
en las que dormía sobre tu pecho
y me reconfortaba tu quietud
puedo morir en la inconstancia
de saberte y sentirte lejos,
de que estas y no puedo estar,
pero otorgo a tu rostro alas
y en la conciencia de mi ser
te siento en está;
una melancolía para morir.​