Una mirada al reencuentro

Hoy regreso como reencontrando un sueño perdido.
Así miro mi viejo derredor (enseres deteriorados, de una casa empolvada, con los ojos impávidos por ese tiempo olvidado).
La sonrisa sardónica del destino selló la puerta con sus hipócritas lágrimas del adiós, con su pañuelo en jirones de un desgastado corazón; por un tiempo, me olvidé de eso, dejé a mi primordial sueño marginado, hasta podría decir que quedó encallado en las costas rutinarias de una madurez sin verdor.
Pero hoy retorno a mi hogar, después de tantos años, buscando la puericia con vagidos ocultos en la amnesia de un urbanismo buido sobre mi huerfanidad.

Hoy he regresado a la casa de mi padre “el labriego”. Yo, un hombre de ciudad, hecho y derecho; pero tengo miedo de entrar a la alcoba agonizante y ver su rostro de dolor. Tengo miedo de ser un ajeno, más, después de tanto tiempo.

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Huerfanidad: huerfanidad.
(De huérfano).f. desus. orfandad. Rae.

 

Excelente micro, casi tengo la sensación de acompañar ese momento descrito como si lo estuviera viendo. Enfrentarse al pasado como sintiéndose niño de nuevo y recorrer, con la distancia del tiempo. Una puerta que abre mucho más que su propósito...

Estrellas



Palmira

 

Un micro genial
querido amigo sobre ese regreso
a la niñez a veces tan necesario
sobre todo para quien siente
que ha perdido sus raíces.
Un abrazo, es un relato admirable.

 

Vulnerable y casi inocente.
"la sonrisa sardónica del destino". Una especie de humor reinando

me ha gustado mucho tu escrito.
saludos.

 

Se siente ese temor al llegar a la casa de nuestros padres después que hemos vivido afuera algún tiempo. Siempre pasa.

 

Tener miedo al miedo y con toda la razón, la ansiedad producto de ese lapso ausente y saber que el tiempo puede haberse estacionado en algunas partes, pero no en aquellas cuyos lazos de han desvanecido.
Una micro que prenda desde "Hoy regreso" y ya no es posible detenerse hasta el final.
Excelente!!!
Un gustazo recorrer el relato

 

ay... Aza, querida, desempolvaste este viejo escrito, pues ni recuerdo en que siglo lo escribí. Lo cierto, es que hoy leyéndolo no me gusta nada. Y no por su contenido sino por falencias en el aspecto técnico. Y es porque así al leerlo lo noto repleto de asonancias y agudas. Y eso para una prosa sea cual sea, no es bueno, para mí no. Bueno hace tiempo me dejo de gustar ese artilugio. Por otro lado... Sí, antes usaba un léxico más amplio y sumamente recargado en adjetivos. Ejemplo: " buscando la puericia con vagidos ocultos en la amnesia de un urbanismo buido sobre mi huerfanidad." Ves, esa oración da muchas vueltas a algo que se puede expresar de forma más simple y sin decorándola con demasiados adjetivos como es el caso. Como sea, es bueno que la desempolves para ver todo lo que no hay que hacer en una prosa

Con respecto a lo que dices es completamente cierto. Nos volvemos tan ajenos de nuestras propias costumbres y nos alejamos muchas veces sin la necesidad de tomar distancia.
gracias, muchos abrazos.