Una mujer sin mas

Siempre he creido que en la mujer esta encapsulada de forma inigualable el arte, la poesía y la guerra fría, que en su rostro, se bosquejan las pasiones nobles y en sus labios nuestras debilidades que no son mundanas, en sus ojos nuestra alma y en sus manos nuestra infancia.

Siempre he creido que en los cabellos de una mujer esta escrito la historia ambigua de los hombres, las lágrimas compungidas y clandestinas de nuestros dolores, las alegrías un pocos exorbitantes por nuestras minucias y nuestros deseos que siempre desembocan en la vorágine de la cabellera femenina.

Siempre he creido que en su cuerpo, que más que escultura no tan surrealista, se manifiestan nuestros sueños quiméricos e ingrábidos y que en ellos como los eternos infantes que somos, nos abocamos a beber de su aroma, reposamos nuestros cansancio perezosamente y colocamos nuestra cabeza buscando nacer de nuevo de su vientre.


Siempre he creído que en el alma de una mujer se concentra lo mas endiabladamente divino, el amor interminable, la ternura inagotable, las pasiones mas aguerridas y un amor de madre que es el rostro materno de Dios mismo.


Y en su alma es un confre de Padora, que mujer lo abrió y mujer el que lo contiene, con muchas tragedias pero al final de forma placida aparece lo que más me apetece al escuchar la voz de una mujer, la esperanza que el amor aún permanece y nos preña hasta el infinito

 

porque somos dos,...y muchos, mas que un poema es un bello himno.

Brindo por ellas, por este escrito.

Este abrazo.

Jm

 

No entendí muy bien lo de la historia histérica de los hombres, creía que eso era privativo de las mujeres;
pero de cualquier manera, tu escrito es admirable, salvo que entra dentro de la prosa y no en la poesía;
Me tomé la lbrtad de marcarte algunos errores de ortografía, que por exceder lo reglamentado en el portal, me impide evaluarlo por ahora;
Un saludo cordial,
edelabarra