Una noche me habló el mar

Una noche me habló el mar
pero yo no lo escuchaba
hasta el tiempo se paraba
por ver si así despertaba
y lo podía escuchar
pero yo no lo escuchaba
Un marinero faenaba
y al oír al mar hablar
en la proa se postraba
y comenzaba a llorar
pero yo no lo escuchaba
La ola su espuma alzaba
como un brazo a saludar
y con furia reventaba
en la orilla por gritar
pero yo no lo escuchaba
En la ribera estallaba
y a mi oído suspiraba
el viento la hacía volar
en mil gotas me buscaba
hasta que mi piel mojaba
y me podía besar
pero yo no lo escuchaba
La gaviota se alteraba
sin dejar de aletear
ante mí cuerpo volaba
por ver si me espabilaba
para responderle al mar
pero yo no lo escuchaba
no me quería enterar
porque sólo me hechizaba
tu imagen mientras lloraba
intentándote olvidar,
hasta tu llanto clamaba
pero yo no lo escuchaba
no lo quería escuchar,
sólo me dejé llevar
por la ola que danzaba
mientras la espuma acunaba
mi pena y mi suspirar,
en la noche me entregaba
y mientras él me abrazaba
al fin pude oír al mar.

 

Tiene el ritmo de las olas compañero! Creíste que no lo escuchabas, pero lo estabas oyendo. Muy buena creación, tiene unas imágenes fantásticas, veo las olas, el pescador, la proa donde se postra... Muy bueno! Un abrazo!

 

pero yo no lo escuchaba
hasta el tiempo se paraba
por ver si así despertaba
y lo podía escuchar

sencillamente sublime, un excelente trabajo

 

Sentidas letras nos dejas en este versar, donde el silencio
del mar de alguna manera habló para dejar tan profundas
letras. Ha sido un placer poder pasar a leerte.
Un abrazo. Tere

 

digno de admirar los que vivimos junto al mar.
Excelente poema amgo un saludo.

 

echo de menos mis horas reflexivas frente al mar encabritado, sus olas grandiosas reflejando el gran poder de la naturaleza y lo efímero de nuestra existencia. Un abrazo de olas y espuma Sandra, muchas gracias por leer mis versos y comentarlos.

 

Conozco muy bien a cidade dos cabaleiros, capital do antigo reino de Galiza, e as suas mariñas. Quien no probó sus tortillas no sabe lo que es una auténtica tortilla de patata. Gracias por tu visita y tu valoración, un abrazo

 

muchísimas gracias Yscania, eres muy generosa en tu comentario, me alegro de que te guste el poema. Un abrazo

 

Al contrario Tere el placer es para mi y un orgullo ver que los versos son de tu agrado. Siempre me alegra muchísimo leer tus comentarios. Un abrazo cariñoso.

 

Ritmo cadencioso en tú trovar , un saludo compañero

 

al ritmo de las olas del mar. Saludos

 

No sé si se percibe finalmente el sentido dramático del momento descrito en los versos. Al final el mar es como el velo redentor que envuelve la desesperación del amante y lo alivia con un abrazo eterno de paz. El marinero que llora es como un amigo impotente testigo de un adios irreversible. Creo que me he puesto muy trágico pero buscaba en los versos una mezcla de belleza en la descripción con tristeza de ese momento.

 

Divinidad preciosa de versos admirables.

 

gracias Jorge, me alegro de tu comentario, un abrazo

 

gracias