Una noche y unos tabacos

Nubarrones presentes en mi existir,
una noche reventó la gran tempestad,
desprevenido y descubierto mi cuerpo y mi ser,
empapado de dolor, soledad y tristeza,
sueños de amor destrozados,
esperanza de ti a mi lado,
todo quedó aniquilado.

Historia de mi vida,
donde se abolió el verano,
afectado y con fuerza mal juzgado,
sin embargo me recuerdo así,
pareciendo este mi destino final,
morir empapado de sentimientos encontrados,
y a la vez seco de aprecio y amor,
te esperaré una eternidad pero se que no llegarás.

Pumayawri Sapaki
Cuenca, 15 de julio de 2010.

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muy tristes tus lineas, pero me da gusto que esa tristesa la sakes escribiendo!!
está muy bien tu poema... saludoss!!!