Una noche

Quiero que pasemos juntos una noche, amor, no te pido otra alguna
yo no cerraré la puerta y dormiré en el sofá, si te parece;
solo quiero verte un poco más de cerca que la mayoría de las veces
y ya después podrás marcharte, pues sé que no tendré mucha fortuna;
pero aun así quiero una sola noche en donde aparte de los dos solo se vea la luna
y mientras hablamos de cualquier cosa, no tengamos que esperar con prisa si amanece.

No voy a fumar adentro de mi cuarto, para que te sientas confortada
aunque así calme las ansias de mi boca al querer posar mis labios en los tuyos,
no voy a dejar que cuando duermas te despierte algún murmullo
ni tampoco voy a pretender que nuestros rostros posen frente a frente recostados en la misma almohada.
No tienes que prevenirte, yo ya sé de antemano que entre los dos nunca sucedería nada,
si te pido que te quedes solo es con la finalidad de no sentir que me destruyo.

Tal vez te mire de reojo y desde lejos, con el único placer fugaz de contemplarte
y te convide un par de tragos para que no te alcance el frío que penetra por la puerta;
si no quieres beber yo entiendo, así que guardaremos la botella aunque ya esté abierta
para que así veas que mi propósito no es aprovecharme al embriagarte.
La única prenda que me quitaría sería la chaqueta, por si necesitas abrigarte
y solamente movería las cobijas de mi cama para acomodarlas si te sientes descubierta.

Porque simplemente quiero que ilumines cada zona oscura de mi cuarto
con la luz de tu presencia, que por una sola noche me permitas extasiarme contemplándola;
que me dejes dibujar las líneas de tu cuerpo sin que tenga que ir borrándolas.
y que al amanecer nos sorprendamos porque no supimos cuándo fue el momento exacto.
Dame solo una noche a tu lado, no tenemos que establecer algún contacto
porque solamente quiero desvelarme viendo tu figura, en lugar de no dormir imaginándola.

Una noche para hablar sobre los imprevistos del mañana
mientras disimuladamente acaricio con mis ojos cada uno de los poros de tu piel,
una sola noche para empalagarme con lo dulce de tu miel
sin que me vea inmerso en la necesidad de maldecir cuando te marches ya en la mañana,
ya después puedes volver a todos tus asuntos y salir los fines de semana
pero dame solo una noche para fantasear que por solo un par de horas puedo convertirme en él.

Así que no interesa si en esa noche me convenzo de que no puedo tenerte
ni si en vez de recibirme una cerveza prefieres apartarte y beberte una soda;
yo comprenderé si te molestas y en algún momento mi presencia te incomoda
o si duermes con las luces encendidas y las quieres ver así hasta que despiertes.
No me importa si al llegar el alba te maquillarás para con otro verte,
yo sabré que pase lo que pase, una noche a tu lado para mí será por siempre la mejor de todas.