Una parábola para el amor

Creí reir pero al despertar huí
escribí cartas con el corazon en la mano
no basto el papel ya casi lo habia acabado
la nieve ha dejado de caer
ya no hay razón de por qué resguardar
comienza primavera
el año nuevo persa
el frío ya no desespera
no hay mejor momento para despertar

En vísperas del verano
los pájaros preparan sus cantos
no se les puede olvidar
que vienes tus con rayos
a las rosas abrir sus pétalos
suenan las trompetas
como si hubiera llegado una reina
que viniera de alejadas tierras

Paseaba con sus pasos en una brillante alfombra
el silencio le acompañaba
su belleza hasta al más ciego vista le daba
Y así un antifaz su mirada escondía
bastaba solo con sonreír
para que el tiempo con pernicia
se desplazara

Aquella dama parecía político en campaña
todos se le acercaban
le prometían un reino y hasta una comarca
hasta que el último se le acercó en la madrugada
y le prometió una rosa explicando una parábola

Aquella que cuidas y le das agua
abrirá sus pétalos no dejará caer su tallo
pero si no la cuidas o la engañas
ni la luz revivirá de un opaco color
si sigues mi camino escogeré la primera rosa y hasta cerrar mis ojos
no le diré al jardinero le de alta
y le pediré al sol que ilumine por siempre nuestra morada

 

magnificos versos, saludos

 

Espléndida maravilla de arte sobresaliente en una obra monumental y preciosa.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.