Una pequeÑa casita nueva

PEQUEÑA CASITA NUEVA

En la espesura y en el manantial
se asoma la viva luz del despertar
otra vez tiene dulzura mi corazón
y vuelvo a sonreír con bienestar.

Todavía tengo alguna lágrima
para echar por mi vieja casita
y no se donde han de estar
sin mi la rosa y la mariposa.

Recuerdo con ternura
tanto a la víbora
como a la garza con su blancura
y al carburé misterioso
que brinda a las mujeres
amores y buenaventuras.

Se asoma con su ternura
la ensoñación
de esa época bucólica y hermosa
en mi casita blanca en la ribera
donde pasaba mis horas mas felices
pescando y soñando.

Pienso en mi casita pequeña
empinada en el ribazo
y evoca mi memoria
a la fiel depositaria
de todas mis historias.

Un hada me dijo
que no es tiempo en vano
el que se emplea buscando
el nuevo nombre y el color
de una nueva casita
...es mas bien un acto de amor.

Varios intervinieron
y al final estuvo resuelta
la cuestión del color.
Pongámosle un tinte atrevido
dijo un papagayo muy colorido
y un pintor amigo, dijo magenta
y ese fue el color decidido.

Y la costumbre así lo quizo
sera la casita color magenta
y ese fue el nombre también
de mi pequeña morada nueva
a la orilla del río.
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