Una Vez Mas Mi Amiga La Soledad

Hoy, al despertar la vi allí sentada, ¡hola! dije tímida y algo confundida, ella casi me ignoro, ¿quien eres? Pregunte, ella no me respondió, su aspecto parco, lúgubre, recorrías hasta lo mas profundo de mi ser, me llene de valor y me puse de pie. No puedo expresar con palabras la frialdad de su mirada llena de tanta tristeza y ese sonreír irónico, le pregunte ¿quieres café? ¿un cigarrillo?, ¡dios debo confesar que no le temía! pensaba que hasta la conocía, no hablaba solo me miraba, le pregunte que ¿quieres de mi? ¿ que haces aquí? dijo: tu me invitaste, caí en mi cama de nuevo tratando de recordar, en medio de tanta confusión que había en mi mente, cuando la invite, luego de un largo silencio, tomo un cigarrillo y me dijo: me alimento de tus lágrimas, vivo de tu desesperanza, cada día soy mas dueña de tu vida, y te he acompañado muchas veces en tu camino por este mundo, me has invitado a entrar incontables veces a tu cama, luego me remplazas por algunos días, meses y hasta pueden pasar años, pero ya estas tan adicta a mi compañía; que nunca me alejas para siempre, ¿no sabes aun quien soy? NO respondí, ella dijo en un todo de voz lleno de una gran tristeza: “SOY TU AMIGA LA SOLEDAD” y presiento que un largo tiempo a tu lado voy a estar, en esta oportunidad. ​