Una voz en la multitud

El tiempo iba a comenzar

Todo estaba preparado

Podían su obra contemplar

Y la Tierra dijo al Cielo estrellado:

“Amor mío, estoy orgullosa

De todo lo que hemos creado

Valles, montañas, criaturas

La suprema hermosura

De todo cuanto se haya inventado.

Sin embargo algo falta

Algo se nos ha olvidado.”


“Creemos entonces

-Contestó ilusionado

A un último animal,

Lo llamaremos ser humano

Y será racional

Para cuidar de sus hermanos.


Muchos años pasaron

Parecía el plan haber funcionado

Sin embargo poco a poco

El hermano mayor se convirtió en tirano

Irguió templos majestuosos

Del material más bello

Para dioses numerosos

Y los olvidó luego

dándoselos al dinero.


Madre y Padre, Tierra y Cielo

Al ver esto horrorizados

Con gran pena y miedo

Entre ellos comentaron:

“¿Habremos cometido un grave error, Urano?

Majestuosas cataratas, bosques milenarios

Todo eso destruido

Todo eso amado en vano.

La inteligencia que le dimos

Como excusa el ser humano

Utiliza para aniquilar

Cada cosa que creamos.”


“Tienes razón, Gaia, cada vez está empeorando

y el muy tonto cuando es tarde

solo entonces se lamenta y dice:

¿En qué estaba pensando?”


Quizá mil nombres me llamen

Por esto que estoy contando

Pero párense a pensar

Antes de seguir juzgando

¿Cómo se sienten de siquiera imaginarlo?

El oro tiene tal poder

Que de las peores cosas puede convencer

y las cosas más elementales reemplazar

¿Quién no se ha planteado

Al elegir profesión

Por ese motivo ahogar el llamado

De la vocación?

Entre la multitud siento

Que mi voz se perderá

Y el mundo seguirá girando

Sin lo que digo importar

Pero si una persona al menos

Me quiere escuchar

Feliz me voy sabiendo

Que Gaia y Urano tienen con quien contar.