Unicidad del vacío

Un silencio más en este domingo
tímido y religioso

Las olas apenas se pliegan por las
ventanas

y un céfiro de álbumes hacen
de la cabeza un nido embarazado

Un rojo ceniciento se levanta
junto con mi esqueleto
apenas el hueco de un hálito
haceb del café un anunciante de estación

pero no hay hálito ni hueco ni café
ni mareas ni ventanas ni álbumes
ni salivas

Es la cárcel del ojo en la eternidad
del infinito

es el índice sobre la herida centenaria

mientras unos azulejos buscan
a lo lejos ser prisma:

( el cielo de la Torá y el Corán)

el apetito es una tempestad
interior

de todos

de unos

de nadie.


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