Unido a la niebla

En el arribo de las aves heridas,
en las plumas partidas, en la lluvia pobre de frescura,
en la corona izquierda del pie derecho, en el meñique de la uña en el suelo,
en la superficie de las mas profundo oceano, en la parte de abajo del barco,
en el contraste y el contrapeso.... En las cantinas, el humo, las cartas, los versos,
la barra de adelante, el vaso trasero...

Como cualquiera que fuese el deseo obseso y decandente, fuera de si como a un inconciente...
Pianos y mas letras, cuerdas y dedos sangrantes,
vasos de bocas y gargantas jadeantes, milagros marginados a cuestas
y espaldas con maderas pesadas...

Una vez mas, se ha pegado la niebla en tus parpados... No hay alguna diferencia entre la ceguera
y las gafas oscuras, no hay mirada sin que vuelvas a caer,
el suelo pesa en tu frente. Una noche en que la niebla surca tu mente,
deja que la rebose y te limpie, piensa que ahora amanece aunque
tarde la luz en salir.

Siente el aroma, que ahora dispersa y se mezcla en el siniestro pie del mediodia,
el gran medio dia, ese en el que las aves alimentan sus alas,
ese en que las notas se marchitan y gritan, ese pequeño estado
lascivo que desnuda, que penetra, esa depravacion en las manos de quien escribe... Desnudate ahora y deja ver tu piel al sol guarda su calor
y luego de que llegue la noche, descansa que quiza puedas
[FONT=Georgia]perder su olor.[/FONT]