Vacaciones I (Las Valijas o ese extraño objeto del deseo)

Capitulo 1: Las Valijas o ese extraño objeto del deseo


Después de unos arduos y agotadores 350 días de trabajo, llegaron – por fin – los 15 de vacaciones, que – en mi caso particular - este año solo fueron 8. Y otra vez aclaro, en mi situación, fueron de semivacaciones, ya que vacaciones – vacaciones completas serán el momento en que tenga la oportunidad de salir de viaje sola, sin marido y sin hijos, a algún lugar donde me traten como una reina, donde no tenga que barrer o preparar desayunos, ocuparme de la ropa sucia, de estirar mínimamente las sábanas, de pasarle protector y crema a todos porque “Mamá es la mejor en todo siempre” y con esta hermosa perífrasis nos convertimos sin darnos cuenta en sirvientas full-time de nuestra familia aunque debo confesar que lo hacemos con sumo agrado y amor.
Volviendo al tema que nos ocupa, mis pseudo mini-vacaciones, empezaron un día antes de la partida a la playa de destino que como todos los años era Villa Gesell. Ese día transcurrió en interminables corridas por las cosas que siempre faltan, maratónicas sesiones de plancha agotadora de remeras de mangas largas y buzos, por si refresca y pequeñas e intermitentes discusiones con mi esposo por la cantidad de ropa que llevo para mí y para los chicos, calculando en mi larga lista de probabilidades todos los climas posibles y todas las factibles salidas; siempre teniendo en mente los consejos recibidos de mi madre durante años aunque pareciera que no la escuchara y las experiencias vacacionales de mis amigas que ya habían regresado de sus días sabáticos en el mes de enero.
Finalmente y cuando solo faltaban 2 horas para irnos concluí con la tarea faraónica de lograr que en una valija grande y una pequeña viajaran apretadamente todas las indumentarias para mi familia compuesta por 2 mayores 2 niños; y que un solo bolso grande fuese el encargado de transportar sábanas para 3 camas, las toallas y toallones para la playa y para nuestro uso diario (contando con que algún día de lluvia podría tocarnos y aquellas no se secarían con facilidad) y todos los menesteres necesarios – aunque algunos no tanto – para la higiene personal.
Obviamente, la mitad de todos estos elementos regresa a casa sin ser ni siquiera tocados y agotados por el trajín del viaje, pero una viaja tranquila y contenta porque nada puede fallarle de acuerdo con estas previsiones.


Contiuará...::jos2:::

 

Interesante..me esta gustado justo esta semana tuve una mini vacación de tres días…estoy haciendo lo menos posible, absolutamente nada –leer poesía y tomar el sol en el patio

Gracias por compartir, espero la continuación con gusto

 

muy bien redactado. expresas maravillosamente, el arduo trabajo que debe afrontar una madre en vacaciones. me gusto. saludos.

 

Preguntome yo, me espias? Parece que me has visto cuando voy de viaje. Excelente. y para cuando el capitulo dos? Ya lo espero ansiosa. Gustosamente tu lectora: ISABEL

 

ojala hayas disfrutado de tus minis vacaciones... Puedo asegurarte que las mías aunque divertidas no fueron tan placenteras.

saludos y gracias por leerme

 

aca estoy y continuare leyendo mi querida amiga. Un abrazo.

 

Verooooooooo sin palabras amiga!!! genial

 

Veremos que tiene preparado el destino para estas mini vacaciones....Muy interesante. Un amigo: R. toro