Vacilamos...

Vacilamos por el árido y álgido universo,
discurriendo bajo la dádiva del libre albedrío:
merodeamos altares, levantamos cruces, escalamos muros;
afanándonos en la búsqueda del cálido sosiego.

Pero hay cuando la vida nos acerca sus crueles formularios,
pidiéndonos respuestas que sólo admiten, una coma herida.
¿Quién nos ayudará a contestar sus preguntas?
¿Quién acatará el consejo del que ya ha sufrido?

Sólo el dolor y la urgencia, nos venderán claros manuales,
escritos en arduas páginas, rubricados a sangre y ruego.
Hasta que un día se terminan los exámenes…

Y vengan a llevarnos, las estrictas huestes sigilosas,
adiestrados por laureados coroneles, de negros blasones,
conseguidos en cuarteles infectados, por un millón de sepulturas.

 

Entre tantas verdades, la vida termina siendo un juego, uno caprichoso y de niños. Hermoso poema José, como todos los tuyos, un gusto leerte de nuevo.

 

Que claro amigo en los conceptos de la vida que es un veradero tránsito de vacialciones...un placer leerte, un fuerte abrazo..

 

Nuevamente, muchas gracias por tus comentarios
Un abrazo para ti
josepanton

 

Megara, eres muy gentil
Gracias una vez más
Un saludo para ti
josepanton

 

Me sentí obligado a visitar tus entradas después de tu comentario y me detuve a leer y releer este poema que admite múltiples lecturas, la más obvia acorde al foro donde se publica y otras que admitirían disquisiciones filosóficas. De cualquier modo, una lectura muy placentera,que es de lo que se trata. Espero una nueva ocasión para comentar tu trabajo. Luis.

 

Eres muy gentil, luisrubio.
Gracias por ceder parte de tu tiempo, para dármelo a mí.
Te mando un caluroso abrazo
José