Vamos de vinos.

Asimilando tormentas en calma
para vencer a otras mas brutales
que sin duda llegarán a la playa,
arrasando con saña a otros mortales.

Supervivencia ciega es el mensaje,
mandato sobre mar y sobre tierra,
comida y sexo envueltos en arena
para que todo prosiga y encaje.

Es el todo el que importa y no nosotros,
dicen los más sabios, y se consuelan…
yo me pregunto ¿a quien coño se entregan?
mejor morir con la rabia en el rostro.

Ahora dime al oído otras monsergas,
que me quiero ir contigo de chiquitos
por esas calles llenas de tabernas,
estrechas calles donde sueña el vino.​

 

un poema fantástico Alfredo, realmente descifrar el verso me encanta.
un saludo

 

Te aplaudo esta obra. Simplemente excelsa.